En Google procesamos miles de millones de búsquedas al día. De hecho, el 15 % de las búsquedas que recibimos todos los días corresponde a búsquedas nuevas, por lo que utilizamos sistemas automatizados para gestionar este elevado volumen de búsquedas y descubrir contenido de toda la Web y de otras fuentes. Usamos sistemas automatizados (como nuestros algoritmos de búsqueda) para mostrar el contenido más útil o fiable en respuesta a consultas concretas. La automatización también es el motor de nuestra función Búsqueda Segura, ya que permite a sus usuarios evitar que se les muestre contenido explícito en los resultados de búsqueda.
La automatización también suele ser nuestra primera línea de defensa ante el contenido que infringe las políticas. Nuestros sistemas se han diseñado para dar prioridad al contenido más útil sobre un tema concreto y evitar mostrar información que infringe nuestras políticas de contenido.
Ningún sistema es totalmente perfecto. Si nuestro proceso de búsqueda muestra contenido que infringe alguna política, siempre intentamos mejorar nuestros sistemas automatizados para corregir la situación. Así, podemos gestionar mejor los problemas que detectamos y evitar que también se produzcan en las consultas relacionadas y las demás búsquedas en general.
En algunos casos, también podemos usar procedimientos manuales. Esto no significa que apliquemos procesos de selección manual para reorganizar los resultados de una página, sino que disponemos de profesionales que revisan el contenido que infringe políticas y lo bloquean manualmente. Esto solo ocurre en unos pocos casos muy concretos.